ETICA CRISTIANA
san Agustín: La voluntad propia ordena nuestra conducta de acuerdo con los mandatos y las leyes divinas, nuestros actos son buenos, en caso contrario son malos.
La voluntad de los seres humanos se encuentra de tal manera corrupta por el pecado original, que no puede evitar su indignación hacia el mal:" no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero".
San Tomás de Aquíno: Todo agente obra por un fin: los seres carentes de razón no son libres y tienden hacia su fin movidos por instintos naturales: pero dado que las personas son seres dotados de razón y de voluntad libre, son dueñas de su actividad, por ello tienen la obligación de dirigirse a la consecución de su propio fin.
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